top of page

EL SABOR DEL PROGRESO: LA HISTORIA DE LA PRIMERA CERVECERÍA SONORENSE QUE MARCÓ UNA ERA


ree

Hermosillo, Sonora.-

A finales del siglo XIX, cuando Hermosillo comenzaba a perfilarse como una ciudad moderna, el espíritu emprendedor de un grupo de visionarios dio origen a una de las primeras industrias del noroeste mexicano: la Cervecería de Sonora, fundada en 1897.

 

Entre los pioneros destacó Geo Grüning, empresario alemán que, aprovechando los vínculos familiares y políticos con la élite local —entre ellos, el entonces presidente municipal Francisco Monteverde y el político Ramón Corral, cercano al presidente Porfirio Díaz—, logró materializar su idea de producir cerveza en territorio sonorense.

 

En 1895, Grüning se asoció con el doctor Alberto Hoeffer y Luis E. Torres, acordando fundar una moderna fábrica cervecera en Hermosillo. Lo que inició como una conversación en el Casino Alemán se concretó el 22 de septiembre de 1897, cuando la Cervecería de Sonora abrió sus puertas en el corazón de la ciudad, en lo que hoy es el centro histórico.

 

ree

Fiel a la precisión germana, Grüning viajó hasta San Francisco, California, para contratar técnicos especializados y adquirir equipo de última generación, importado desde Europa y Estados Unidos. La fábrica fue considerada una de las más avanzadas de su tiempo en el país.

 

Sin embargo, el progreso enfrentó obstáculos. La escasez de leña —necesaria para alimentar las calderas— obligó a los empresarios a importar carbón de piedra, una decisión que elevó los costos, pero permitió mantener la calidad y continuidad en la producción.

 

Tras la muerte de Grüning, la dirección pasó al doctor Hoeffer, quien impulsó la creación de las marcas High Life y Centenario Negra, nombres que pronto se convirtieron en sinónimo de orgullo y calidad sonorense.

 

ree

La Cervecería de Sonora cerró definitivamente en 1935, víctima de los cambios económicos y la expansión de grandes corporaciones. Décadas más tarde, en 1980, sus instalaciones fueron demolidas, pero su legado permanece como un símbolo del espíritu innovador que caracterizó al Sonora de antaño.

 

Más que una fábrica, la Cervecería de Sonora representó el inicio de una cultura industrial y social que marcó un antes y un después en la historia económica del estado.

 

 
 
 

Comentarios


bottom of page