TU YA SABES, CUANDO BEBAS NO MANEJES
- Roberto Quintero
- 5 abr 2023
- 2 Min. de lectura

El binomio alcohol/conducción es uno de los principales factores de riesgo para la seguridad vial, tanto de uno mismo como para terceras personas. Está relacionado con un elevado número de accidentes de tráfico.
Este riesgo se incrementa con la cantidad de alcohol que se consume y la frecuencia con que se ingieren cantidades de alcohol importantes.
De importante que conozcas los riesgos a los que te enfrentas y sometes a los demás cuando conduces bajo los efectos del alcohol.
Principales síntomas al volante
El alcohol afecta a la mayoría de las condiciones psicofísicas necesarias para una conducción segura.
Conducir con un grado de alcoholemia por debajo de las tasas legales no siempre quiere decir que estemos en las condiciones ideales para hacerlo, puesto que los efectos del consumo están en función de diferentes variables pudiendo así quedar expuestos y exponer a nuestro entorno a riesgos innecesarios.
Los efectos del alcohol sobre nuestro organismo son variados dependiendo, especialmente, del nivel de alcoholemia.
Alteraciones en el comportamiento:
Genera falsa seguridad al volante (lo que lleva a asumir más riesgos), disminuye el sentido de la responsabilidad y de la prudencia, aumenta las conductas impulsivas y agresivas, se cometen más infracciones.
Alteraciones en la percepción y concentración:
Reduce la concentración y la agudeza visual se deteriora, recogiéndose menos información del entorno y de peor calidad; resulta más difícil atender a dos fuentes de información al mismo tiempo y percibir elementos que hay en los bordes de la vía.
Puede producirse la visión con efecto túnel, se perciben peor las luces y señales (especialmente de color rojo), se calculan peor las distancias y velocidades, aumenta el deslumbramiento, los ojos se fatigan con mayor facilidad y es más probable que nos distraigamos.
Alteraciones en la psicomotricidad:
Cuesta más coordinar los movimientos, se pierden reflejos de anticipación, disminuye el rendimiento muscular y la precisión, se altera el equilibrio y la coordinación motora y psicomotora.
Alteraciones en el proceso de toma de decisiones:
El consumo de alcohol afecta y ralentiza el proceso de la toma de decisiones: asimilación de la información y respuesta motora.
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