TORTILLA DE HARINA: 500 AÑOS DE SABOR SONORENSE QUE CONQUISTÓ MÉXICO
- Roberto Quintero
- 6 sept
- 2 Min. de lectura

Hermosillo, Sonora.-
La tortilla de harina, orgullo de la gastronomía sonorense y elemento indispensable en la mesa del norte del país, cumple casi cinco siglos de historia desde su nacimiento accidental en tierras sonorenses.
Este alimento, que hoy acompaña a burritos, quesadillas, sincronizadas y tacos de carne asada, surgió cuando los primeros españoles en la región intentaron hornear pan, pero la calidad del trigo y la falta de levadura derivaron en la creación de una pieza plana y flexible: la tortilla de harina.
Un origen inesperado
Fue en 1542 cuando expediciones españolas llevaron trigo a Sonora con la intención de hacer pan. En lugar de ello, mezclaron trigo quebrado, agua, manteca y sal, creando el “zaruki”, antecedente directo de la tortilla de harina.
Su llegada fue posible gracias a Juan Garrido, conquistador que introdujo el trigo a México al aprovechar unos granos traídos accidentalmente en embarcaciones, sembrándolos y cosechando el cereal por primera vez en el continente.

De Sonora al mundo
Con el paso de los años, las tortillas de harina se expandieron a otros estados del norte como Chihuahua, Nuevo León y Baja California, y cruzaron hacia Texas, donde a finales del siglo XIX dieron origen al popular burrito, platillo que hoy tiene innumerables variantes y gran demanda.
En Sonora, la versión más tradicional es la sobaquera o de agua, caracterizada por su tamaño y delgadez, aunque también existen variantes como las “gorditas”.
Un legado culinario
La tortilla de harina no solo es símbolo de identidad cultural, también representa la fusión de tradiciones indígenas y españolas, un alimento que ha perdurado cinco siglos y sigue siendo esencial en la vida cotidiana de millones de familias.
Sin tortillas de harina no habría burritos, sincronizadas ni buena parte de la gastronomía norteña.






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