
Nueva York, EUA.-
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha desencadenado un torbellino de políticas migratorias que han generado temor, incertidumbre y una sensación de crisis entre la comunidad migrante. Según William Murillo, vocero de la organización 1800 Migrante, los primeros días de la nueva administración han sido marcados por cambios drásticos y redadas que han llevado a muchas personas a refugiarse en sus hogares.
Cambios en las políticas migratorias
Desde su primer día en el cargo, Trump ha implementado decretos ejecutivos que alteraron de manera significativa la forma en que Estados Unidos aborda la migración. Entre las acciones más polémicas está la cancelación de citas para migrantes en CBP One, lo que ha obligado a muchas personas a permanecer en México sin claridad sobre si podrán continuar sus solicitudes de asilo.
“La incertidumbre y el miedo han dominado los últimos días. Sin embargo, también vemos esperanza al saber que el sistema de justicia estadounidense es independiente”, comentó Murillo, abogado de origen latinoamericano que trabaja en una organización en Nueva York dedicada a brindar asesoría legal a migrantes.
Redadas y medidas extremas
Murillo advirtió sobre el incremento en la intensidad de las redadas, llegando incluso a las escuelas, con el propósito de localizar a niños migrantes y deportarlos. “Esto ya sube de tono, y es preocupante que el gobierno esté cruzando líneas tan delicadas”, señaló.
Las organizaciones civiles han intensificado sus esfuerzos para garantizar que los derechos humanos y civiles de los migrantes sean respetados. Según Murillo, estas políticas afectan tanto a los migrantes como a las comunidades locales, y el reto más grande será abordar la crisis desde tribunales, gobiernos locales y una ofensiva internacional coordinada.
Impacto en México y la frontera de Sonora
El gobierno de México enfrenta un desafío significativo ante las deportaciones masivas prometidas por Trump. Marcos Moreno Báez, cónsul general de México en Nogales, Sonora, informó que solo el 20 de enero se registraron 40 deportaciones en el cruce fronterizo, un número cercano al promedio diario de 45 personas.
Según cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, entre enero y noviembre de 2024, más de 65 mil mexicanas y mexicanos fueron deportados a través de Sonora, con la garita de Nogales concentrando el 75% de los casos, es decir, 48 mil 960 deportaciones.
Murillo subrayó que, aunque el gobierno mexicano tiene la voluntad de atender la crisis, la infraestructura actual podría verse desbordada. “Esto apenas comienza. Las organizaciones civiles y los gobiernos locales deben fortalecerse para afrontar la crisis humanitaria que se avecina”, advirtió.
Perspectiva hacia el futuro
La administración de Trump parece estar decidida a implementar políticas migratorias más estrictas, lo que genera tensiones no solo en Estados Unidos, sino también en México, que deberá enfrentar un posible aumento en las deportaciones.
Mientras tanto, los migrantes continúan en la incertidumbre, esperando que las organizaciones y el sistema de justicia actúen para frenar el impacto de estas medidas.
“Estaremos atentos y trabajando para mitigar el daño a nuestra comunidad”, concluyó Murillo.
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