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SONORA Y SUS PUEBLOS FANTASMA: UNA VENTANA AL PASADO




Hermosillo, Sonora.-

 

Con su vasta geografía y rica historia, Sonora alberga pueblos "fantasma" que, aunque hoy están desolados, fueron testigos de épocas de prosperidad y crecimiento. Dos de estos fascinantes lugares, El Baucare en Quiriego y Pilares de Nacozari, se destacan como testigos silenciosos de un pasado lleno de vida y progreso.

 

El Baucare: ecos de una comunidad en Quiriego

En el sur de Sonora, dentro del municipio de Quiriego, se encuentra El Baucare, conocido también como Baucarit. Este pueblo fue una próspera comunidad a finales del siglo XIX, habitada por familias acomodadas que eventualmente se trasladaron a Huatabampo.

 



Aunque las razones del abandono no son del todo claras, se cree que la falta de trabajo y el crecimiento de comunidades cercanas influyeron en su despoblación hace alrededor de 30 años. Entre las ruinas que aún se mantienen, destaca la antigua escuela "Benito Juárez", cuyos muros y su nombre pintado son vestigios de una vida que alguna vez floreció allí.

 

El Baucare es hoy un atractivo para los amantes del senderismo y la exploración. El arroyo que conduce a Tepahui y los álamos que adornan el lugar ofrecen un paisaje ideal para caminatas y picnics. Para llegar desde Hermosillo, se requiere un viaje de aproximadamente 4 horas, tomando la carretera Internacional 15 hacia Fundición y desviándose hacia Quiriego.

 



Pilares de Nacozari: la herencia de un pueblo minero

Por su parte, Pilares de Nacozari guarda una historia profundamente ligada a la minería. Fundado a finales del siglo XIX por el explorador estadounidense Williams Charles Streeters, este pueblo se desarrolló gracias a la Moctezuma Copper Company, que lo convirtió en una ciudad al estilo norteamericano, con escuelas, hospitales y zonas recreativas que atrajeron a miles de trabajadores y sus familias.

 

Sin embargo, la Gran Depresión de 1929 marcó el inicio de su declive, con el cierre de las operaciones mineras y la eventual quiebra de la empresa. En 1960, el lugar fue declarado oficialmente un pueblo "fantasma".

 



Hoy, Pilares de Nacozari cuenta con un único habitante, Félix Girón Ríos, quien funge como comisario del lugar. A pesar de su soledad, las ruinas del pueblo han comenzado a atraer visitantes interesados en conocer más sobre su historia minera y el estilo de vida que alguna vez predominó en la región.

 

El encanto de los pueblos "fantasma" de Sonora

El Baucare y Pilares de Nacozari son testigos mudos de una época de esplendor, y aunque el tiempo y el abandono han transformado sus paisajes, las ruinas permanecen como un recordatorio del pasado.

 

Estos lugares, con su mezcla de nostalgia y misterio, invitan a los amantes de la historia y la exploración a descubrir un capítulo fascinante de Sonora, donde las piedras cuentan historias de tiempos lejanos y los ecos del pasado siguen vivos en cada rincón.

 

 

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