Hermosillo, Sonora.-
La presa El Novillo, de la que se surte el 25% del agua potable para Hermosillo, está al 13.5% de su capacidad de almacenaje, mientras que el sistema de presas de Sonora se encuentra al 11.4%.
De 2 mil 833 millones de metros cúbicos de agua que puede almacenar, el embalse al día 11 de abril de la Presa Plutarco Elías Calles, conocida como El Novillo, es de 381 millones 696 mil metros cúbicos de recurso hídrico.
El sistema de presas estatal, que tiene capacidad de almacenar 8 mil 630.5 millones de metros cúbicos, solo tiene reservados 981.3 millones de metros cúbico del vital líquido, al 11 de abril de 2024, de acuerdo a los datos del Organismo de la Cuenca Noroeste, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La presa Álvaro Obregón o El Oviáchic, la más grande de la cuenca del río Yaqui, se encuentra al 13.7% de su capacidad de almacenaje, con 413 millones 158 mil metros cúbicos de embalse.
Los datos del Monitor de la Sequía de Conagua, indican que el 98.6% de los municipios de la entidad sufren condiciones de sequía, en sus diferentes grados. Tanto El Novillo como El Oviáchic, se encuentran en una región que tiene condiciones de sequía de extrema a excepcional por más de 6 meses.
De los 72 municipios del Estado, sólo uno no tiene condiciones de sequía (San Luis Río Colorado), en tanto que 30 localidades están en categoría de sequía extrema; 24 en condiciones de sequía excepcional; 12 en sequía severa y 5 en sequía moderada.
Mientras que el 7.8% del territorio sonorense no tiene afectaciones por la sequía, el 32.9% sufre de sequía extrema; el 25.3%, sequía excepcional; el 22.2%, sequía severa; el 9.5%, sequía moderada y 2.3% se encuentra en condiciones de anormalmente seco.
¿Quedan los pozos?
Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora, especialista en temas de políticas públicas, indicó que el 30% del agua que se suministra a Hermosillo proviene de las presas El Novillo y El Molinito.
En 2023 -indicó- la ciudad consumió 126 millones de metros cúbicos y en el 2022 fueron 130 millones de metros cúbicos, de los cuales la presa El Novillo aporta 30 millones de metros cúbicos (25% aproximadamente) mientras El Molinito surte 15 millones de metros cúbicos al año.
El restante 70% del agua, alrededor de 80 millones de metros cúbicos al año, que consumen los hermosillenses provienen de los mantos freáticos, o sea del agua subterránea o acuíferos que hay en la Mesa del Seri, La Victoria y esa zona de captación, comentó.
“¿Qué pasa si se agota el agua de El Novillo o de la presa El Molinito? Lo que van a hacer es seguir sobreexplotando el agua subterránea. Igual va a suceder en otras ciudades, que dependen más de esta fuente de agua, que de las presas”, destacó el investigador.
Al sur de la ciudad le va a hacer falta el agua de El Molinito, pero simplemente van a tener que recurrir a los mantos freáticos, aunque con ello se afecta a estos acuíferos que ya están sobreexplotados, añadió.
“Con el agua subterránea puede salir adelante la ciudad al menos este año, mientras se recargan las presas en julio o agosto”, consideró.
Pineda Pablos reconoció que hay incertidumbre de hasta donde se les puede bajar el nivel a los pozos, o si pueden empezar a dar problemas por la calidad del líquido, pues entre más profundos, el agua contiene más minerales, más metales pesados, y puede no ser buena.
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