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SEMANA SANTA, UNA DE LAS CELEBRACIONES RELIGIOSAS MÁS IMPORTANTES PARA LA TRIBU YAQUI




Cajeme, Sonora.-

 

La Cuaresma y la Semana Santa son momentos de profunda significancia para la Tribu Yaqui en Sonora, arraigadas en sus tradiciones desde la llegada de los jesuitas en 1617, estas festividades, que se extienden por los ocho pueblos que conforman la tribu, que son: Vícam, Pótam, Bácum, Huirivis, Rahúm, Belem, Tórim y Cócorit.

 

En ellos se entrelazan los rituales ancestrales de purificación y renovación espiritual, continuando con la misma intensidad año tras año.

 

La discreción y el celo con que la comunidad Yaqui guarda sus ceremonias han mantenido estos rituales prácticamente ocultos para muchos, sin embargo, en un esfuerzo por compartir esta rica tradición, te llevamos paso a paso a través de la Semana Santa Yaqui.

 

Lunes Santo: Considerado un día santo, marca el inicio de la Semana Mayor, y en esta jornada, la procesión se limita a los pueblos ubicados al sur del Río Yaqui, mientras que los demás se dedican a preparar las actividades de la semana. Desde la madrugada del miércoles, una ceremonia de purificación tiene lugar, donde los participantes, incluidos los chapayekas o fariseos, son azotados en la oscuridad como acto de penitencia.

 

Jueves Santo: La tensión se eleva con una representación simbólica de la lucha entre el bien y el mal, personificados por la Iglesia y los chapayekas respectivamente, la jornada incluye la escenificación de la última cena, seguida del Viacrucis, donde se busca a Jesús entre cantos, rezos y lamentos, culminando en la iglesia con su custodia por parte de los chapayekas hasta el amanecer del viernes.

 

Viernes Santo: Jesús es recibido por la comunidad Yaqui en la iglesia, donde se despojan de sus pertenencias como muestra de humildad. Más tarde, se prepara el sitio de su sepultura en una ceremonia cargada de simbolismo, que culmina con su colocación en el centro de la iglesia.

 

Sábado de Gloria: Este día comienza con el paseo de Judas, seguido de la danza del venado, una renovación espiritual que celebra la continuidad en este mundo, y la jornada culmina con la ceremonia del Jesús Resucitado, entre danzas tradicionales de pascola y venado.

 

Domingo: María se reencuentra con su hijo resucitado, marcando así el cierre de la Semana Santa, y la cuaresma yaqui se finaliza con cada participante postrado ante la cruz donde Jesús fue crucificado, dando inicio al ciclo de festividades religiosas de la Tribu Yaqui.

 

La Semana Santa de la Tribu Yaqui en Sonora es mucho más que una serie de rituales; es la manifestación viva de una profunda espiritualidad y una rica herencia cultural que continúa enraizada en el corazón de esta comunidad ancestral.

 

 

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