REFORMA HÍDRICA DESATA DEBATE NACIONAL: DIPUTADOS APRUEBAN NUEVA LEY GENERAL DE AGUAS EN MEDIO DE PROTESTAS

Ciudad de México.-

En una sesión marcada por tensión política y protestas de agricultores, la Cámara de Diputados aprobó la reforma que sustituye el actual régimen de concesiones y regula de manera integral el uso y control del agua en México. El dictamen obtuvo 328 votos a favor, 131 en contra y cinco abstenciones, consolidando uno de los cambios más profundos en materia hídrica desde 1992.

La iniciativa, impulsada por la mayoría de Morena y sus aliados, expide la nueva Ley General de Aguas, al tiempo que modifica la Ley de Aguas Nacionales vigente. El objetivo central es reorganizar la distribución del recurso, endurecer sanciones y otorgar mayores facultades a la autoridad federal en situaciones de emergencia, sobreexplotación o escasez.

Entre los cambios más relevantes se mantiene la prohibición de transferir derechos, pero se incorpora la figura de Reasignación de Volúmenes, que permitirá evaluar de forma obligatoria los títulos de agua cuando los terrenos cambien de propietario. Estas decisiones quedarán en manos del Fondo de Reserva de Aguas Nacionales, encabezado por Conagua y otras dependencias federales.

La reforma también amplía las facultades de la autoridad, que podrá aplicar medidas permanentes o temporales para regular actividades agrícolas y pecuarias. Además, duplica de uno a dos años el plazo para solicitar prórrogas de concesiones e introduce nuevos delitos hídricos con sanciones que van desde 244 mil hasta más de 4.5 millones de pesos, además de penas de uno a ocho años de cárcel para quienes incurran en prácticas ilegales como desviar cauces, ceder agua sin autorización o sobornar funcionarios.

Choque en el Pleno: Oposición acusa imposición

Durante el debate, legisladores de PRI y PAN denunciaron un “madruguete” legislativo y alertaron sobre la centralización del control del agua en manos de la Federación. 

Advirtieron que la prohibición absoluta para transmitir derechos podría generar incertidumbre para productores, ejidatarios y pequeños concesionarios, además de abrir la puerta a decisiones discrecionales por parte de Conagua.

También señalaron que el nuevo esquema podría dejar vulnerables a miles de usuarios que dependen del recurso para actividades productivas y que la autoridad podría usar su mayor margen de acción como instrumento político.

Morena defiende la reforma: “Se acaba el acaparamiento histórico”

Desde el bloque oficialista, diputados argumentaron que el propósito de la reforma es frenar abusos, combatir el acaparamiento de grandes usuarios y garantizar el acceso equitativo al agua como derecho humano. Afirmaron que la nueva ley protege a los pequeños productores, ejidatarios y actividades agrícolas de sustento familiar.

Críticas desde la sociedad civil

Organizaciones ciudadanas y especialistas han advertido que la nueva legislación podría perpetuar algunos elementos del modelo vigente desde los años 90. Cuestionan que la iniciativa concentra demasiado poder en Conagua, mantiene mecanismos que podrían beneficiar a grandes consumidores y no incluye temas como el mínimo vital gratuito o fórmulas más estrictas para garantizar acceso equitativo en comunidades vulnerables.

La aprobación de esta reforma marca un punto de inflexión en la política hídrica del país, pero también abre un periodo de incertidumbre y análisis sobre cómo se aplicarán los nuevos lineamientos en un México donde la presión sobre el agua crece cada año.