REDEFINIENDO LA OBESIDAD: EXPERTOS PROPONEN UN ENFOQUE MÁS INTEGRAL Y PRECISO
- Roberto Quintero
- 25 ene
- 2 Min. de lectura

La obesidad, una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha sido tradicionalmente evaluada mediante el índice de masa corporal (IMC), una fórmula sencilla que relaciona el peso y la altura. Sin embargo, expertos han comenzado a cuestionar la eficacia de esta medida como única referencia para comprender los riesgos asociados al exceso de grasa corporal.
En una entrevista reciente con CNN, la Dra. Leana Wen, médica de urgencias y experta en bienestar, expuso las limitaciones del IMC y destacó por qué se están planteando cambios en la definición y evaluación de la obesidad.
Limitaciones del IMC: una herramienta insuficiente
El IMC ha sido el estándar durante décadas para clasificar a las personas con sobrepeso u obesidad. Aunque útil como herramienta inicial, la Dra. Wen señala que no mide directamente la cantidad de grasa corporal ni su distribución.
"El IMC puede ser engañoso. Una persona con un cuerpo musculoso podría tener un IMC elevado sin un exceso de grasa, mientras que alguien con un IMC normal podría tener altos niveles de grasa corporal y riesgos de salud significativos", explicó Wen.
Además, el IMC no toma en cuenta variaciones en riesgos de salud según factores raciales y étnicos, una problemática destacada en un informe reciente de la Asociación Médica Estadounidense.

Propuesta: hacia una nueva definición de obesidad
En respuesta a estas limitaciones, una comisión internacional de expertos ha sugerido una redefinición de obesidad que abarque mediciones más precisas, como el perímetro de la cintura, la relación cintura-cadera y el porcentaje de grasa corporal, utilizando tecnologías avanzadas como los escáneres DEXA.
Esta propuesta también introduce la clasificación de la obesidad en dos categorías:
Clínicamente obesos: personas cuya obesidad ya ha causado complicaciones médicas como diabetes, hipertensión o enfermedades cardíacas.
Preclínicamente obesos: personas con obesidad que aún no presentan problemas de salud graves, pero que podrían desarrollarlos si no reciben atención adecuada.
Un enfoque más personalizado y libre de estigmas
La implementación de esta nueva definición permitiría un enfoque más personalizado en el tratamiento de la obesidad. Según Wen, esto facilitaría que los médicos identifiquen a quienes necesitan tratamientos intensivos, como medicamentos para perder peso, y diferencien a quienes podrían beneficiarse de cambios en el estilo de vida.
Además, esta redefinición busca reducir el estigma asociado a la obesidad al abordarla como una enfermedad crónica en lugar de un problema estético. Esto podría motivar a más personas a buscar atención médica sin temor a ser juzgadas.
Un llamado a la compasión en el tratamiento
La Dra. Wen insta a los pacientes a solicitar evaluaciones adicionales, como el perímetro de la cintura, y a adoptar un enfoque integral para tratar la obesidad. Más allá de la dieta y el ejercicio, enfatiza la importancia de intervenciones médicas y apoyo emocional para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
"Es fundamental reconocer la obesidad como una enfermedad tratable, no como un defecto moral", concluyó Wen, subrayando la importancia de abordar este problema con empatía y precisión científica.
Mientras los debates sobre una nueva definición de obesidad continúan, queda claro que el IMC, aunque útil, no puede ser la única herramienta para evaluar una condición tan compleja y multifacética.
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