En 2018, el porcentaje de mexicanos que acudían a consultorios privados era de 43.4%, por lo que la cifra aumentó 5 puntos según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
La asociación civil 'Soy Paciente' ha emitido una alarma sobre el creciente deterioro de la cultura de salud en la población mexicana debido al aumento del gasto de bolsillo en medicamentos y al incremento de visitas a consultorios de farmacias en detrimento de los servicios de salud pública.
Según el presidente del Comité Técnico de Soy Paciente, Luis Fernando Hernández Lezama, un 49 por ciento de la población mexicana ha recurrido a hospitales privados, consultorios médicos particulares y consultorios adyacentes a farmacias (CAFs) para atender sus necesidades de salud, una cifra que supera el 43.4 por ciento registrado en 2018, según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Este fenómeno refleja una creciente privatización del cuidado de la salud en México, incluso entre aquellos que tienen acceso a la seguridad social, ya que muchas personas solo acuden a sus clínicas en caso de necesitar recoger medicamentos o justificantes médicos.
Aumenta el gasto en salud
Según el informe más reciente de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh), el gasto anual de las familias mexicanas en salud ha aumentado de 4 mil 401 pesos en 2018 a 5 mil 650 pesos en 2022, lo que representa un incremento promedio de mil 249 pesos, es decir, un aumento del 28 por ciento en los gastos relacionados con la salud familiar.
El gasto de bolsillo en salud ya no es solo complementario al tratamiento, sino que la población busca atención fuera de las instituciones públicas debido a la pérdida de confianza en estas, a causa de problemas como el maltrato a los pacientes, la falta de infraestructura y el desabasto de medicamentos, entre otros, según señaló Lezama.
Lo preocupante es que este aumento afecta de manera negativa a las familias con menos ingresos, quienes ven un incremento en sus gastos de salud del 32.2 al 54.9 por ciento, lo que tiene un impacto directo en su salud y su situación financiera, llevándolos a sacrificar necesidades importantes como la alimentación, vivienda o educación.
Otra tendencia preocupante es la prescripción excesiva de medicamentos en México, donde los médicos llegan a recetar un promedio de cinco medicamentos por consulta, en comparación con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere menos de tres fármacos por tratamiento.
A pesar de los esfuerzos por mejorar el sistema de salud, México se mantiene por debajo de la inversión recomendada por la OMS, que sugiere que al menos el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) se destine a la salud. En el país, la inversión pública en salud representa solo el 2.9 por ciento del PIB nacional, lo que genera un obstáculo significativo para el acceso a la atención médica de calidad.
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