LOS GATOS Y SUS HUMANOS: ESTUDIOS REVELAN MAYOR RESPUESTA FELINA HACIA CUIDADORES VARONES

Los gatos domésticos continúan sorprendiendo a la ciencia por la complejidad de sus comportamientos sociales y su capacidad para establecer vínculos con los seres humanos. Un reciente estudio publicado en la revista Ethology analizó la forma en que los felinos interactúan con sus cuidadores y cómo factores como el sexo, la edad y la experiencia influyen en dicha relación.

De acuerdo con la investigación, los gatos son considerados una especie “socialmente flexible”, ya que pueden formar grupos cuando el entorno cuenta con suficientes recursos y mantener estas relaciones mediante comportamientos como el acicalamiento y el frotamiento. Esta flexibilidad también se refleja en su convivencia con los humanos.

Al saludar a sus cuidadores, los gatos utilizan un patrón multimodal de comunicación, que incluye posturas corporales y señales como la cola erguida, frotarse la cabeza, acostarse boca arriba, estirarse y emitir vocalizaciones, conductas que expresan necesidades y estados emocionales.

Mayor comunicación con cuidadores masculinos

Uno de los hallazgos más llamativos del estudio señala que los gatos responden con mayor frecuencia a los cuidadores varones, utilizando la comunicación vocal de forma más intensa al interactuar con ellos. En contraste, las interacciones con cuidadoras femeninas suelen ser menos vocales.

Los investigadores explican que esto podría deberse a que las mujeres tienden a ser más interactivas verbalmente y a interpretar con mayor facilidad los maullidos de sus mascotas, mientras que los cuidadores masculinos podrían requerir más repeticiones y vocalizaciones explícitas para identificar y responder a las necesidades del felino.

Factores que influyen en el vínculo

El comportamiento de los gatos no es uniforme y depende de diversos factores, como la duración de la relación, las experiencias previas con humanos, así como la edad, raza y sexo del animal. Asimismo, los felinos suelen preferir la interacción con personas adultas sobre la de bebés o niños, posiblemente por la diferencia en la intensidad del contacto.

Estos hallazgos refuerzan la idea de que los gatos no son indiferentes, sino animales sensibles que adaptan su comportamiento a cada persona, fortaleciendo vínculos únicos con quienes los cuidan y conviven con ellos día a día.