Agua Prieta, Sonora.-
La vida diaria de un paramédico esta llena de momentos felices, y también de momento amargos, el tener en sus manos la vida de una persona representa una enorme responsabilidad, pero también una enorme satisfacción cuando esa vida retome su ritmo normal.
Perder a un paciente, aun tratándose de personas en fase terminal, representa un momento traumático difícil de superar y que por salud mental se intenta guardar en los mas profundo de la memoria.
En contra parte, tener en sus manos una nueva vida, sentir los primeros latidos del corazón, y escuchar el llanto de un bebe por primera vez y entregarlo en los brazos de su madre, es una experiencia inolvidable que se guarda como un verdadero tesoro.
En este sentido en nuestra ciudad, ha destacado un elemento de la Cruz Roja Mexicana, delegación Agua Prieta quien a lo largo de sus 28 años de carrera como Voluntario en la institución, a participado en el nacimiento de 29 bebes, todos ellos, con buena salud, al igual que sus madres.
Conversando brevemente con Lauro, nos platico su primera experiencia atendiendo un parto, corría el año 1998 cuando sus servicios fueron requeridos en la calle 20 ave 14 para auxiliar a una mujer en labor de parto, el plan era estabilizar a la madre de familia y trasladarla al Hospital del Semeson, sin embargo a solo dos cuadras de la vivienda, a bordo de la ambulancia, a pesar de nerviosismo mostrado, el bebe nació sin mayores complicaciones.
Hace apenas unos días, el 14 de diciembre para ser exactos, Lauro atendió un nuevo parto, esta vez en el domicilio familiar, donde recibió en sus manos a una hermosa bebe.
Como dato curioso habria que decir que los dos últimos partos atendidos, con solo dos meses de diferencia, han sido de niñas y acompañado de su compañera Yamilexi Martínez.
En unos días mas tendremos una platica mas completa con Lauro y Yamilexi, para conocer un poco mas de estos dos personajes de nuestra ciudad, dos de los héroes anónimos con que cuenta Agua Prieta.
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