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LA TUMBA DE LOS ENAMORADOS: UN AMOR ETERNO EN CIUDAD OBREGÓN




Ciudad Obregón, Sonora.-

 

En el Panteón del Carmen, entre lápidas y recuerdos, descansa una historia de amor que ni la muerte pudo separar. Se trata de Belém Ibarra Hernández y Óscar Vicente Vázquez Beltrán, una joven pareja cuya trágica historia ha conmovido a generaciones en Ciudad Obregón.

 

El relato, que data de 1995, fue compartido en el grupo de Facebook "SONORA: Su historia y su gente", acompañado de imágenes de los prometidos. Su amor floreció en un baile del grupo Tropicalísimo Apache, donde se conocieron y, desde entonces, fueron inseparables. En el Ejido El Portón, municipio de Cajeme, era común verlos caminar de la mano, soñando con un futuro juntos.

 

Sin embargo, el destino les tenía preparada una cruel sorpresa. Su boda estaba programada para el 9 de junio de 1995, pero el 4 de junio, mientras repartían las invitaciones a bordo de una bicicleta, un automóvil los embistió fatalmente. Ninguno de los dos sobrevivió.

 



La noticia impactó profundamente a sus familiares, amigos y a toda la comunidad, que había sido testigo de su amor inquebrantable. Fue así que, en una decisión llena de simbolismo, sus funerales también se convirtieron en la boda que nunca pudieron celebrar.

 

Belém fue sepultada con su vestido de novia y Óscar con su traje de novio, dejando para la eternidad la promesa de un amor que trascendió la vida misma, desafiando la frase: “Hasta que la muerte los separe”.

 

Hoy, su tumba sigue siendo un recordatorio de que hay amores que, más allá de la tragedia, permanecen intactos en el tiempo.

 
 
 

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