INTENTAN DEJAR IMPUNE EL DESPOJO DE TIERRAS A FAMILIA AGUAPRETENSE
- Roberto Quintero
- 27 sept 2022
- 2 Min. de lectura

Agua Prieta, Sonora.-
Ser victima de un delito, nunca ha sido agradable, para nadie, menos aun, cuando los involucrados son personas conocidas que en un momento de tu vida recibieron ayuda y apoyo de los afectados.
Una situación así se agrava cuando las autoridades judiciales encargadas de “representar” a los afectados parecen beneficiar a los presuntos delincuentes con omisiones tan graves que convierten las audiencias en un verdadero circo.
Tal es el caso de la familia Margaillan Frisby, que durante casi un año se ha visto despojada de terrenos de su propiedad legal, frenando un proyecto inmobiliario, por parte de un grupo de personas autoligadas al Ejido Cabullona, algunos de los cuales, fueron empleados de la familia.
Y ese que durante muchos años, El terreno conocido como El Fresnal, con una extensión de 21,082 hectáreas, inicialmente fue utilizado para la cría de ganado, y no fue hasta que se anuncio públicamente la creación de un proyecto inmobiliario que se despertó la ambición de un grupo de personas
A partir de que inició la disputa legal, el año pasado, la familia Margaillan Frisby presentó, acompañando a su denuncia, cientos de elementos de pruebas que acreditan su propiedad, algunos de ellos considerados documento históricos en la ciudad, entre ellos la escritura publica 1584 fechada el día 7 de marzo de 1960 ante el notario publico # 34, Santiago A. Campbell, concediendo la propiedad a la señora Marina Frisby de Margaillan y desde hace tres generaciones a pertenecido a la familia Margaillan Frisby.

Así mismo se presentaron como elementos de prueba documentales desde 1960 hasta el año 2022, actuales a nombre de su actual propietario el señor José Luís Margaillan Frisby, sobresaliendo créditos refaccionarios y de avios, indemnizaciones de servidumbres de CFE y Gasoducto, así como recibos de pago de prediales y registros catastrales ante el Instituto Catastral y Registral del Estado de Sonora.
Todas estas pruebas han sido ignoradas injustificadamente por la Fiscalía para fundar y motivar su acusación, sin mayor explicación de su parte.
Por su parte, el grupo de imputados, y sus representantes legales, solo basan su método de defensa en repetir cientos de veces, “Nosotros somos posesionaríos del terreno”, como si fuera una lección bien aprendida.
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