HEYDEN TOCA LA “CAMPANA DE LA VIDA” TRAS VENCER AL CÁNCER EN EL IMSS HERMOSILLO

Hermosillo, Sonora.-            

Después de más de dos años de lucha contra un agresivo tumor cerebral, el pequeño Heyden Guillermo, originario de Guaymas, celebró el fin de su tratamiento activo al tocar la “campana de la vida” en el Hospital General Regional No. 1 del IMSS en Hermosillo, un símbolo de victoria y esperanza para los pacientes oncológicos.

A punto de cumplir cinco años, Heyden se convirtió en ejemplo de fortaleza y en testimonio del trabajo conjunto de un equipo médico multidisciplinario, encabezado por la oncóloga Betania Sánchez Arreola, quien recordó que, al inicio, las probabilidades de sobrevivencia eran muy bajas.

“Conocimos a Heyden en un camino muy complicado, incluso con riesgo de perder la vista. Hoy celebramos que, gracias a la ciencia, a Dios y al esfuerzo de sus padres, es posible tocar esta campana”, expresó emocionada la especialista.

Un diagnóstico difícil

Heyden fue diagnosticado con un astrocitoma piromixoide, un tumor poco común y altamente agresivo que suele afectar a menores de cinco años. Durante meses permaneció hospitalizado y sometido a intensas sesiones de quimioterapia, lo que puso a prueba tanto su salud como la fortaleza de su familia.

El valor de la esperanza

En la ceremonia, la madre del niño agradeció al personal médico, de enfermería y de apoyo del IMSS, quienes —dijo— transformaron un pronóstico sombrío en un día lleno de esperanza.

El emotivo momento culminó cuando Heyden, acompañado de sus padres, tocó la campana, cuyo sonido resonó en todo el piso oncológico, alentando a otros pequeños que aún libran su batalla contra el cáncer.

Compromiso con la niñez sonorense

La doctora Sánchez Arreola subrayó que el objetivo del IMSS es que cada niño en tratamiento oncológico pueda llegar a este instante, que simboliza el cierre de una etapa de hospitalizaciones y terapias, aunque continúe la vigilancia médica.

Así, el caso de Heyden no solo representa un triunfo individual, sino también un mensaje de esperanza: con atención oportuna, compromiso institucional y el apoyo de las familias, el cáncer infantil es tratable y puede superarse.