¿FALLÓ EL PRONÓSTICO DE HURACANES PARA 2024? ANÁLISIS DE UN AÑO INESPERADO
- Roberto Quintero
- 5 sept 2024
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A medida que el año avanza, los expertos en meteorología están comenzando a cuestionar si las predicciones sobre la temporada de huracanes para 2024 estaban erradas. Las expectativas para este año se basaban en condiciones que auguraban una temporada de huracanes extraordinaria, pero los eventos hasta ahora han desafiado esas previsiones.
Predicciones y realidad
Las proyecciones iniciales para 2024 alertaban sobre una temporada de huracanes inusualmente activa. Se esperaba que el océano Atlántico experimentara una actividad ciclónica sin precedentes debido a temperaturas récord del océano y la presencia de La Niña en el Pacífico. Alberto, el primer ciclón de la temporada, no alcanzó la categoría de huracán, pero su paso por el Golfo de México provocó lluvias torrenciales e inundaciones en México y Estados Unidos.
Poco después, una perturbación atmosférica en el Atlántico se intensificó hasta convertirse en Beryl, el huracán de categoría 5 más temprano registrado en la cuenca atlántica. A su vez, Debby y Ernesto se sumaron a la actividad ciclónica, creando una temporada "muy por encima de la media hasta mediados de agosto", según el último informe de la Universidad de Colorado.
Sin embargo, desde la dispersión de Ernesto, la actividad ciclónica ha disminuido drásticamente. Durante el mes en el que el Atlántico suele estar más activo, las aguas se mantienen sorprendentemente tranquilas. A pesar de que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) sigue vigilando cuatro zonas con potencial de formación de ciclones, las probabilidades de desarrollo son actualmente muy bajas.
Posibles causas del desvío
A pesar de los avances en tecnología y modelado computacional, los pronósticos meteorológicos no siempre se alinean con la realidad. Varios factores podrían explicar el desempeño inusual de la temporada de huracanes este año.
En primer lugar, los meteorólogos han identificado un cambio en la ruta de la vaguada monzónica, que generalmente impulsa la formación de ciclones. Este año, la vaguada se ha desplazado tanto hacia el norte que ha traído aire seco a los subtrópicos, sofocando las posibilidades de formación de huracanes. La humedad es esencial para la creación de ciclones, y la falta de ella ha reducido significativamente la actividad.
Otro factor es el calor récord en el océano, combinado con temperaturas inusualmente altas en la troposfera, la capa atmosférica más cercana a la superficie terrestre. Este fenómeno ha creado un efecto estabilizador en la atmósfera que está suprimiendo la formación de ciclones.
Además, el aumento en la cizalladura del viento – cambios bruscos en la dirección y velocidad del viento – también ha jugado un papel en la disminución de la actividad ciclónica. Este fenómeno, que suele ser favorable para la formación de grandes huracanes, ha sido exacerbado este año debido a la interacción de los vientos entre los océanos Índico y Pacífico.
Conclusión
A pesar de las predicciones iniciales que anticipaban una temporada de huracanes excepcionalmente activa, 2024 ha presentado un panorama diferente. El análisis de los factores que están influyendo en la disminución de la actividad ciclónica es crucial para mejorar la precisión de los pronósticos futuros. Mientras tanto, la temporada actual sigue siendo un recordatorio de la complejidad y la naturaleza impredecible del clima.
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