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EXCESO NAVIDEÑO: HASTA 30% MÁS COMIDA… Y TONELADAS DE DESPERDICIO EN MÉXICO


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Ciudad de México.-

 

La temporada decembrina trae consigo mesas llenas, compras abundantes y celebraciones familiares en todo el país; sin embargo, también aumenta el desperdicio de alimentos. De acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante las fiestas navideñas el gasto en comida puede incrementarse hasta 30% en comparación con el resto del año, situación que deriva en grandes cantidades de productos que terminan en la basura y generan afectaciones económicas, sociales y ambientales.

 

LOS PRINCIPALES ALIMENTOS QUE ACABAN EN EL BOTEEl desperdicio se concentra en tres grupos que suelen prepararse o comprarse en exceso:

Panes: baguettes, bolillos y piezas para cenas y reuniones que sobran sin consumirse.

Guarniciones: pasta, ensaladas, purés y arroz, comúnmente preparados para más comensales de los que realmente asisten.

 

Carnes: pavo y pierna encabezan la lista de productos que se desechan después de la cena de Navidad o Año Nuevo.

 

IMPACTO AMBIENTAL: 40 MILLONES DE TONELADAS DE CO₂

Más allá del bolsillo, los efectos alcanzan al medio ambiente. En México, el desperdicio de alimentos genera aproximadamente 40 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, contribuyendo al calentamiento global. A esto se suma la emisión de metano, un gas hasta 28 veces más contaminante que el CO₂, producto de la descomposición de restos orgánicos en basureros.

 

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DESPERDICIO VS. CARENCIA ALIMENTARIA

El fenómeno expone una paradoja social: mientras toneladas de comida se desechan, millones de personas enfrentan dificultades para acceder a una alimentación digna. A nivel mundial, se estima que un tercio de los alimentos producidos no llega a consumirse, pese a que millones de familias carecen de lo necesario para cubrir sus necesidades básicas.

 

¿CÓMO REDUCIR EL DESPERDICIO ESTA NAVIDAD?

Especialistas recomiendan implementar hábitos de consumo responsable:

 

Planear menús según el número real de invitados.

Reutilizar y recalentar los sobrantes de manera segura.

Compartir platillos con familiares, vecinos o personas en situación vulnerable.

Congelar alimentos que no se consumirán de inmediato.

 

En plena temporada festiva, el llamado es claro: celebrar con responsabilidad, evitar compras innecesarias y recordar que cada alimento que termina en la basura representa un impacto ambiental, económico y humano.

 
 
 

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