EL REGRESO DE LOS SABORES PERDIDOS: DÍA DEL NIÑO Y LA DULCE NOSTALGIA DE LOS 90
- Roberto Quintero
- 30 abr
- 2 Min. de lectura

Agua Prieta, Sonora.-
Este 30 de abril, México celebra el Día del Niño, una fecha que desborda alegría para los más pequeños, pero que también despierta una ola de nostalgia entre quienes ya dejaron atrás la infancia y ahora viven en lo que muchos llaman el “tercer piso”.
Y es que si creciste en los años 90, sabes que aquella fue una época mágica, repleta de caricaturas entrañables, juegos al aire libre y dulces inolvidables que marcaron a toda una generación. Lejos de las redes sociales y pantallas táctiles, nuestra diversión pasaba por intercambiar estampas, ver programas como "Carrusel" o "El Espacio de Tatiana" y, por supuesto, compartir dulces tan icónicos como ácidos.
Hoy, al conmemorarse el Día del Niño, vale la pena hacer un viaje al pasado y recordar esos sabores que nos hacían reír, apretar los ojos o hacer muecas imposibles. Aquí algunos de los dulces noventeros que dejaron huella en la infancia de muchos aguapretenses:
🔹 Crazy Dips – El famoso piecito de caramelo con polvo efervescente. Una explosión literal de sabor.

🔹 Ring Pop – Anillo de caramelo que era más accesorio que golosina, al menos hasta que el antojo ganaba.

🔹 Tix-Tix – Palito + polvito ácido en tres sabores: diversión y azúcar en su máxima expresión.

🔹 Cuchara de Tamarindo – Un clásico mexicano: tamarindo enchilado servido en cuchara. Irresistible.
🔹 Miguelito de Chamoy – Picosito, ácido y económico, el salvavidas perfecto del recreo.
🔹 Chutazos – Dulce líquido en bolsita que se exprimía directamente a la boca. Golazo de sabor y emoción.

Muchos de estos productos han desaparecido del mercado o son difíciles de encontrar, pero viven eternamente en la memoria colectiva de quienes crecieron en los pasillos de las tienditas, contando centavos para armar una bolsa de dulces y salir corriendo al recreo.
Este Día del Niño es la oportunidad perfecta para revivir esos recuerdos, quizá compartirlos con las nuevas generaciones y volver, aunque sea por un instante, a esa época donde el azúcar sabía a libertad y felicidad.
¿Cuál era tu favorito? ¿Lo volverías a probar hoy?
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