top of page

EL MUNDO DESPIDE AL PAPA FRANCISCO: UN PONTIFICADO QUE ABRAZÓ A LOS OLVIDADOS




Ciudad del Vaticano.-

A menos de una semana de haber celebrado su última misa de Pascua, el mundo se despidió hoy de Francisco, el papa que sacó a la Iglesia a las calles, abrazando a los marginados y a los refugiados, siempre cercano al pueblo.

 

Más de 200 mil personas se congregaron en la plaza de San Pedro y en la basílica de Santa María la Mayor, según cifras oficiales del Vaticano, para rendir homenaje a un pontífice que transformó el rostro de la Iglesia Católica. Creyentes y no creyentes pasaron la noche en vela, buscando un último adiós.

 

“Llevo despierto desde las 3:30 a.m.”, relató un peregrino voluntario, mientras ayudaba a los asistentes a tomar sus lugares para presenciar el emotivo ritual.

 



Cumbre de líderes mundiales

El funeral, oficiado por el cardenal Giovanni Battista Re, fue también un punto de encuentro entre figuras del poder mundial. Entre los presentes destacaron Donald Trump, Volodímir Zelenski, Úrsula von der Leyen, Emmanuel Macron, los reyes de España, Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva, Daniel Noboa, Luis Abinader y Xiomara Castro.

 

Incluso hubo un breve, y simbólico, encuentro entre Trump y Zelenski, quienes acordaron verse próximamente para discutir un posible acuerdo de paz.

 

Desde el Vaticano, sin embargo, recalcaron que el único protagonista de la jornada debía ser Francisco. Y así fue: la ceremonia fue solemne, sencilla y profundamente humana, como él mismo había solicitado.

 

Un legado de cercanía y fraternidad

Durante la homilía, Battista Re evocó la visión de Francisco de una Iglesia que debía ser "un hospital de campaña", al servicio de los necesitados y promotora de una cultura de la fraternidad por encima del descarte.




 

"Ninguno se salva solo", recordó el cardenal, arrancando aplausos entre los asistentes que, bajo el cálido sol de Roma, acompañaron en silencio la ceremonia.

El último adiós

 

Tras la misa, el cortejo fúnebre recorrió el corazón de Roma. El cuerpo de Francisco, llevado en el papamóvil, permitió a los fieles despedirse por última vez de su papa cercano y humilde.

 

Finalmente, en una ceremonia íntima y fuera de cámaras, Francisco fue inhumado entre la Capilla Paulina y la Capilla Sforza, bajo una losa de mármol de Liguria, la región italiana de sus raíces.

 

Con sencillez y dignidad, como él lo deseó, se cerró un pontificado que dejó una huella indeleble en la historia de la Iglesia y en los corazones del mundo: una Iglesia abierta, humilde, y sobre todo, humana.

 
 
 

תגובות


bottom of page