El Día de Muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre y es un momento especial en el que las familias rinden homenaje a sus seres queridos que han fallecido, creando altares y ofrendas con elementos simbólicos que reflejan la memoria y el cariño hacia los difuntos, colocando en el altar su comida y bebidas favoritas, así como otras cosas de su agrado.
Ahora bien, la ofrenda se debe retirar el 3 de noviembre por la tarde. ¿No sabes qué hacer con todo lo que se colocó en el altar de Día de Muerto? Te respondemos esto y otros cuestionamientos.
¿Qué se hace con las cosas de la ofrenda?
El Día de Muertos es una celebración llena de simbolismo y tradiciones arraigadas en la cultura mexicana.
La ofrenda, o "altar de muertos," es un elemento central de esta festividad. Suele estar compuesta por una serie de elementos, como flores, velas, calaveritas de azúcar, fotografías de los difuntos, alimentos, bebidas y otros objetos que eran apreciados por los seres queridos fallecidos.
Pero, ¿qué sucede con todos estos elementos una vez que ha concluido la celebración? La respuesta a esta pregunta varía según la tradición y las creencias familiares. En muchos casos, las familias optan por consumir los alimentos y bebidas colocados en la ofrenda, considerando que el acto de compartirlos con los vivos es una forma de honrar a los muertos.
Las flores también pueden ser repartidas o dejadas en tumbas como muestra de respeto y cariño. Los objetos personales y fotografías suelen ser guardados como recuerdos, aunque también se pueden retirar del altar y colocar en un lugar especial en la casa.
En última instancia, lo que se hace con los elementos de la ofrenda depende de las preferencias y creencias de cada familia.
¿Se le puede poner ofrenda a un recién fallecido?
Una pregunta común en relación con el Día de Muertos es si se le puede poner una ofrenda a alguien que haya fallecido recientemente. La respuesta a esta pregunta también es flexible y depende en gran medida de las creencias y costumbres familiares.
En muchas familias, se considera apropiado rendir homenaje a un ser querido que haya fallecido recientemente mediante una ofrenda.
Sin embargo, en este caso, la ofrenda suele ser más sencilla y puede incluir elementos como veladoras, flores y fotografías del difunto. La idea es recordar y honrar la memoria de la persona recién fallecida de una manera respetuosa y cariñosa.
No obstante, según la leyenda del Mictlán no es apropiado incluir a aquellos que fallecieron después del mes de agosto de este año en la ofrenda, ya que sus muertes son tan recientes que aún están en el proceso de dirigirse hacia el encuentro con Mictlantecuhtli, el señor de la muerte, y Mictlancihuatl, la diosa del inframundo.
Es importante recordar que las tradiciones y creencias en torno al Día de Muertos pueden variar de una región a otra y de una familia a otra. Lo más importante es que la celebración y los homenajes se realicen con amor y respeto hacia los seres queridos que han partido, sin importar cuándo hayan fallecido.
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