El árbol de Navidad es uno de los símbolos más icónicos de las fiestas decembrinas, y la estrella que adorna su cima tiene un profundo significado espiritual y cultural. Sin embargo, muchas personas desconocen el momento exacto en el que, según la tradición, debería colocarse este adorno tan representativo.
El simbolismo de la estrella navideña
La estrella en la punta del árbol está inspirada en la Estrella de Belén, la que, de acuerdo con la tradición cristiana, guió a los Reyes Magos hasta el lugar donde nació Jesús. Este elemento no solo embellece el árbol, sino que también representa la fe, la esperanza y la luz divina que iluminan el camino hacia el nacimiento del Niño Dios.
En épocas pasadas, las familias colocaban una vela encendida en la cima del árbol para simbolizar esta luz, aunque más adelante fue reemplazada por una estrella para evitar accidentes.
¿Cuándo debe colocarse la estrella?
Aunque en muchos hogares la estrella es parte del decorado desde el inicio de diciembre, la tradición cristiana indica que debe colocarse en la noche del 24 de diciembre, durante la Nochebuena.
Este acto simboliza el momento en que la Estrella de Belén apareció en el cielo, guiando a los Reyes Magos en su camino. Colocar la estrella en esta fecha especial añade un significado espiritual a las festividades y resalta el sentido religioso de la Navidad.
¿Qué hacer si ya colocaste la estrella?
No hay problema si ya la tienes en su lugar. La tradición no es una regla estricta, sino un recordatorio del simbolismo detrás de este adorno. Si deseas seguirla, puedes retirar la estrella y colocarla nuevamente la noche del 24 de diciembre.
El árbol de Navidad, coronado con su estrella, se convierte en un mensaje de luz, esperanza y fe, recordándonos el verdadero espíritu de estas fiestas. Así, cada elemento que lo compone va más allá de lo decorativo, conectándonos con el significado más profundo de la celebración navideña.
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