
Los apellidos son más que un identificador; son una ventana a nuestra historia, una conexión con nuestros ancestros y una parte esencial de nuestra identidad. En México, su diversidad refleja la mezcla cultural que caracteriza al país, con influencias que datan desde la época de la colonización.
Origen europeo de los apellidos mexicanos
La mayoría de los apellidos en México provienen de España, resultado directo de la conquista y el mestizaje cultural. Sin embargo, algunos apellidos tienen su origen en el antiguo reino de Portugal, marcando un vínculo particular con esta región de la Península Ibérica.
De acuerdo con estudios genealógicos, solo cinco apellidos de origen portugués se mantienen vigentes en México:

Duarte
Galicia
Camacho
Núñez
Silva
Estos nombres no solo son un recordatorio de la herencia cultural, sino también una pista de posibles linajes que conectan a México con Portugal.
El significado del sufijo "ez"
En apellidos comunes como González, Pérez o Jiménez, el sufijo "ez" indica descendencia y significa "hijo de". Este patrón, originado en los reinos de Navarra, León y Castilla, se expandió con la colonización y se convirtió en una característica distintiva de los apellidos hispánicos.

¿Cuáles son los apellidos más comunes en México?
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) realizó un estudio de natalidad entre 2017 y 2020, identificando los apellidos más frecuentes en México. Según el registro de 1 millón 629 mil 211 nacimientos, los apellidos más comunes en el país son:

Hernández
García
Martínez
López
González
Pérez
Rodríguez
Sánchez
Ramírez
Cruz
Estos nombres son un reflejo de la mezcla cultural y del impacto de la colonización española en México.

Una herencia que trasciende generaciones
El estudio de los apellidos en México no solo nos permite conocer nuestras raíces, sino también entender la complejidad de nuestra historia y las múltiples influencias culturales que dieron forma al país. Desde la conexión con antiguos reinos de Europa hasta la consolidación de nombres profundamente arraigados en la cultura mexicana, los apellidos son un puente entre el pasado y el presente, que nos invita a reflexionar sobre quiénes somos y de dónde venimos.
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